
¿A quién no le da ganas de aprender a bailar flamenco cuando escucha esa música? Creo y siento que es casi imposible no mover el cuerpo cuando tenemos la oportunidad de oír los bellos fraseos y la fuerte impronta del flamenco. Así uno no sepa, la ganas de hacer palmas son más fuertes. Es como escuchar alguna salsa o una champeta…hay una conexión especial entre ciertos estilos y el cuerpo, o, mejor dicho, hay una conexión especial entre la música y nuestros cuerpos.
Los delinquentes, como otras bandas de aquellos lares, saben a la perfección interpretar el flamenco. Los más vanguardistas se animan a mezclar esto con otros ritmos de su agrado, otras músicas que los influencian. Los delinquentes se animan a eso al igual que otras bandas de la escena y llevan con su música un espíritu jovial, desprejuiciado y “garrapatero”. Con la triste desaparición física de uno de sus fundadores se llenaron de una fortaleza enorme y hoy, en honor a Migue y a lo que aman, despliegan una cantidad de canciones imposibles de no escuchar.
Ellos están, sólo hace falta que te des una vuelta por su mundo y te conviertas en una garrapata más!!!
Belen Musso