
Orishas es bailar al ritmo del son cubano, de la guajira, pero moviéndose con estilo rapero. Es reconocer que el hip hop no es propiedad de los barrios humildes de Estados Unidos, sino que es un género popular que puede surgir en las calles de cualquier ciudad porque en todos lados “hay algo por decir”. Y “Orichas” (como lo pronuncian sus integrantes) tiene mucho que contar sobre su Cuba natal.
La vida dura de la calle, la delincuencia, la nostalgia de los que abandonan su tierra, la resistencia, son algunos de los contenidos de las letras que, haciendo uso de la rima constante, provocan la reflexión sobre la realidad de La Habana. La reivindicación de la mujer, de los niños, del ron, del habano y de la poesía urbana ayuda a recuperar y sentir esa Cuba que Orishas representa en su música.
“No canto por cantar, canto pa’no llorar” dice una de sus canciones. Y esa es la sensación cuando uno disfruta de Orishas: música para almas que esconden la nostalgia, la tristeza, pero que resisten los embates de la vida con fuerza y convicción.
Paula Quinteros